Una caricatura (del italiano caricare: cargar, exagerar) es un retrato que exagera o distorsiona la apariencia física de una persona o varias, en ocasiones un retrato de la sociedad reconocible, para crear un parecido fácilmente identificable y, generalmente, humorístico. También puede tratarse de alegorías. Su técnica usual se basa en recoger los rasgos más marcados de una persona (labios, cejas, etc.) y exagerarlos o simplificarlos para causar comicidad o para representar un defecto moral a través de la deformación de los rasgos, en tal caso es una forma de humor gráfico.
“Figura ridícula en la que se abultan o recargan
y pintan como deformes y desproporcionadas
las facciones de alguna persona.”
Puede parecer extraño, a primera vista, la concepción de la caricatura como arte, no obstante, la caricatura es un tema más interesante de lo que a primera vista pueda parecer. Ya Azorín escribía en 1913 a propósito del humorismo: “El capítulo de eutrapelia, del divertimento espiritual es sumamente importante en la historia del desenvolvimiento humano; haciendo la historia de la ironía y del humor, tendríamos hecha la sensibilidad humana y consiguientemente la del progreso, la de la civilización. La marcha de un pueblo está en la marcha de sus humoristas”
La caricatura ha sido desde el comienzo de la historia un tipo de representación exagerada de unos personajes o de unos hechos con el fin de poder trasmitir un mensaje, una idea, la mayoría de veces sarcástica sobre una cuestión determinada. Es por este motivo que desde siempre, el hombre recurrió a realizar una serie de trazos bien expresivos, bien simbólicos, pero tremendamente simples con los que trasmitir ideas por medio de las imágenes y así llegar a un mayor número posible de espectadores a los que convencer de tales ideas.
La exageración de la realidad, la esquematización y deformación de rasgos expresivos ha sido una constante en el arte, pues incluso en las civilizaciones y culturas más primitivas, en la realización de máscaras y esculturas para sus ritos religiosos utilizan una estética de rasgos desnaturalizados para representar a sus dioses. En la cultura de occidente, los ejemplos más antiguos se encuentran en el arte rupestre y en las primeras expresiones del arte románico. Sin embargo, la caricatura se ha utilizado a lo largo de toda la historia, desde los egipcios, pasando por los griegos y romanos hasta el Renacimiento (con la aparición de la imprenta).
¿Caricaturas en el arte contemporáneo?
El arte del s. XX muestra una estética caricaturesca: las señoritas de Avignon de Picasso, la metamorfosis de Kafka, La conjura de los necios, las esculturas de Giacometti, los cuadros de Francis Bacon…Son muchas las obras artísticas modernas las que nos acercan en mayor o en menor grado a la esencia de la caricatura basada en la deformación de los rasgos humanos. El movimiento del expresionismo es una de las tendencias que más ha estado ligada al término de la caricatura. El término en sí mismo quizá no sea muy adecuado, pues no existe arte que trate de expresar una idea o sentimiento. La caricatura siempre ha sido expresionista, pues el caricaturista juega con la apariencia de su modelo, y la trastoca para expresar precisamente lo que piensa acerca de ella.
La caricatura es sobre todo un estilo mordaz y critico propio de la modernidad. El estilo grotesco es un género clásico que ha sido representado por artistas como Leonardo da Vinci, o incluso en Goya en sus grabados y pinturas negras. La caricatura se diferencia sobre todo en que su estilo trata de captar de manera inmediata la crítica hacia un personaje sin ningún tipo de matización o ambigüedad.
Pese a la importancia del tema, somos conscientes que treinta años atrás no se hubiese aceptado ni el título ni tema como objetivo de un artículo científico por el mundo académico, y que incluso hoy, superado ya el escándalo, no faltarán quienes se pregunten ¿Es Arte el humor gráfico?. Hace años se negaba porque sólo se admitían las llamadas Artes mayores, Arquitectura, Escultura y Pintura, así, por orden de tamaño y peso, y las relegadas a segundo plano como artes menores, industriales aplicadas o decorativas (nunca se pusieron de acuerdo en los adjetivos todos impropios), como cerámica, esmalte, orfebrería, etc. Por fortuna esto ya está superado y el Arte es hoy mucho más y acoge aspectos que antaño se excluyeron como pobres y hasta vergonzantes. Como dice el profesor Carlos Cid, si se toma la palabra Arte en su etimología de algo bien hecho, con esmero y gracia, qué duda cabe que el humor tiene su lugar en él. Y no es válida la objeción de que es imposible poner el chiste de un periódico a la altura del Partenón o de La Primavera de Botticelli, nadie lo pretende, porque los objetos heterogéneos son incomparables y no son lícitas las escalas de valor entre ellos.
Todo es Arte, pero pretender tales vecindades y evaluaciones sería tan absurdo como cotejar una ballena azul y un pino mediterráneo y averiguar cual es el más valioso, lo que no niega que ambos sean seres vivos e importantes de maneras diferentes en sus clases.
DAUMIER |
No sólo en el arte de la pintura ha habido una influencia de la caricatura, sino también en el teatro y en el cine. En el teatro, sin ir más lejos, la presencia de la caricatura se muestra en los personajes satirizados de la commedia dell’arte, donde destaca el personaje de Arlequín. El cómic, el cine y la fotografía son también géneros que han sido tratados en el arte pictórico y en su nuevo soporte han alcanzado otra comprensión y percepción distinta al interactuar su lenguaje formal con el de la pintura. Han sido muchos artistas de los años 70 y 80 los que han adaptado elementos de estos géneros en sus obras, como por ejemplo Kitaj, Equipo crónica, Lichtenstein y Gerard Ritcher. La autentica caricatura tanto en el pasado como en la actualidad ha estado ligada a cuestiones políticas y sociales, dos artistas relevantes en estos aspectos fueron Honoré Daumier y Toulouse Lautrec.
Para finalizar, comentar que la caricatura ha sido un tema que ha levantado controversias en muchos casos por tener fines jocosos. Un ejemplo famoso sería el de las caricaturas del profeta Mahoma. Véase ej.:http://www.lavanguardia.com/internacional/20150504/54430388245/dos-muertos-en-texas-en-una-competicion-sobre-caricaturas-de-mahoma.html
El debate sigue abierto, y ¿tú qué opinas?, ¿las ves ofensivas?
Con esto me despido, ¡buenas noches!
DAUMIER |
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