“Lusian, un príncipe distinto”
Esta es la historia de un pequeño príncipe, que
vivió antaño en un lejano reino del este. Él, llamado Lusian, pertenecía a la
corte de los Cruspidors, familia real que gobernaba en aquellas tierras. Su padre, el rey Jaka, casado con la reina
Crintoria, ama y señora de dicho reino, era quien siempre había cuidado de él y
era por ello que estaban muy unidos. El reino era aparentemente próspero,
aunque solo para unos pocos ya que había mucha desigualdad entre las diferentes
familias que lo componían. Eso unido a que la corte gobernaba sin tener eso en
cuenta, hacía que las cosas fueran cada vez peor complicando la situación de
muchas familias.
Nuestro príncipe, tenía algo especial, algo que el resto de
niños de su edad no tenían y no era precisamente su condición de príncipe.
Lusian nació, para sorpresa de sus padres, con un par de preciosos cuernos que
sorprendieron a todo el reino. Sin embargo, pese a su belleza, Lusian no podía oír
nada ya que dichos cuernos se le habían formado en el lugar correspondiente a
las orejas. Como era de esperar, dichos cuernos desconcertaron a sus padres que
esperaban que su hijo fuera el futuro rey y que su sabiduría quedase para la
historia. Pronto empezaron a notar que Lusian no era un chico normal y que sus
reacciones eran a veces algo raras. No fue hasta pasados dos años cuando se
empezaron a dar cuenta de que Lusian no tenía capacidad auditiva y que por lo
tanto tenía ciertas dificultades para entender el mundo que le rodeaba y todo aquello
que se le exigía como príncipe.
El día que comenzó a ir a la instrucción obligatoria
con compañeros de su misma edad, estaba muy ilusionado y la experiencia no le
defraudó. Pese a que algunos compañeros se alejaban de él, allí conoció a Taco
con el que inmediatamente conectó perfectamente. Taco, pertenecía a una familia
de excavadores, gente muy trabajadora y humilde y que muchas veces eran
marginados ya que el poderoso taladro de su boca les impedía hablar y es por
ello que no podían ni siquiera protestar. Puede que sea este el motivo por el
que conectaron tan bien, ya que al no ponerse comunicar con el resto, tenían la
posibilidad de huir de alguna forma, de la realidad que les rodeaba. Ellos dos
eran ajenos a los comentarios de sus compañeros y completamente indiferentes
hacia las directrices que la sociedad les imponía. En clase, no tardaron en
desengancharse del grupo de compañeros pues las explicaciones de la profesora no
eran entendidas por ellos ya que, por decirlo de alguna manera, estaban en un lenguaje que
desconocían. Con el paso del tiempo, los compañeros, que constantemente se
burlaban de ellos, dejaron de hacerlo por la indiferencia que Lusian y Taco
mostraban hacia ellos. Se puede decir que la infancia de Lusian fue muy feliz,
ya que disfrutaba viendo el mundo desde su óptica y disfrutando de su propia
realidad sin que nadie influyese en ellas. Siempre se le podía ver jugando con
Taco a escavar túneles en la tierra y corriendo libres por el patio. Taco no
podía hablar pero sí oír, mientras que Lusian no podía hacer los segundo y sí
lo primero por lo que se complementaban perfectamente y se entendían con solo
mirarse, las palabras sobraban. Pese a que la infancia de Lusian fue muy feliz
para él, la verdad que sus padres no lo veían así, pues para ellos, Lusian
tenía un problema que truncaba todos los planes que tenían para él ya que nunca
podría alcanzar la sabiduría que se le exigía para ser rey. La verdad es que la
su madre, Crintoria lo repudiaba y recriminaba constantemente mientras que era
su padre quien más lo defendía y cuidaba. Ambos estaban desesperados pues
cuando trataban de que Lusian mejorase en la escuela y le castigaban o reñían,
la reacción de Lusian era siempre lo contrario a lo que se podía esperar.
Siempre les hacía caso sin rechistar pues él los quería mucho y pensaba que los
castigos eran porque querían lo mejor para él. En las regañinas, Lusian nunca
replicaba ni parecía preocuparse por las duras palabras de sus padres, lo que
empeoraba la situación. Dichas broncas venían por las malas notas de nuestro
protagonista. Lo que Jaka y Crintoria no sabían era la tremenda dificultad que
suponía para Lusian seguir el ritmo de sus compañeros y las explicaciones de su
profesora que eran incomprensibles para él.
A ojos de sus padres, Lusian era una decepción para
la familia ya que no iba a poder nunca aspirar a la excelencia, al trono y
demostrar que venía de una familia real y por lo tanto, especial. Sin embargo,
aunque todos en la corte tenían a Lusian por un chico poto inteligente y se
mofaban de la suerte de la familia real, lo que nadie sabía es que los cuernos
que Lusian tenía contaban con una función especial. Y es que Lusian tenía el
destino de ser el rey que cambiara el futuro de su reino y acabase con la
espiral de decadencia en la que estaba sumido. Esos cuernos eran un regalo de
los dioses que le otorgaban una sabiduría sin límites pese a privarle de uno de
los sentidos fundamentales. Por lo tanto, aunque nadie era consciente de ello,
Lusian era muy listo y era precisamente el no tener oídos lo que le permitía
conservar esa pureza y no contaminarse por influencias externas que podrían
desviarle de su destino. Gracias a los largos ratos junto a Taco, había podido
ampliar su mundo interior y forjar su propia óptica de la realidad. La capacidad
de Lusian para pensar por sí mismo era tal que lejos de marginar a Taco por su
condición y por ser lo que la corte y su título le exigían, siempre optó por
beneficiarse de todo lo bueno que este le podía aportar.
Los años pasaron, y tras una infancia de mucha lucha
entre sus obligaciones como príncipe y su necesidad por conocer mundo. La reina
legítima de aquel reino, es decir, su madre Crintoria, era la que mandaba en
todos los asuntos de la corte. Un día, uno de sus consejeros, llamado Druido, le desveló el
secreto de los cuernos de Lusian. Resulta, que este mago visualizó el destino
de Lusian, el poder se sus cuernos y su tremendo potencial e inteligencia para
poder cambiar las cosas. Druido era un hábil mago de artes grises que era capaz
de ver cosas que el resto no podía. Como es obvio, esto lo conseguía
practicando extraños conjuros y rituales en su cueva del bosque. Es por ello,
que no era un sabio al uso, pero contaba con una picardía increíble y sabía guiar
a la reina por el camino adecuado y que a él le interesaba. Es por ello que
convenció a la reina de practicar un extraño ritual que otorgaría orejas a
Lusian y por lo tanto capacidad de oír, pero que sin embargo, le quitaría
aquellos cuernos tan curiosos y los poderes que otorgaban a Lusian. Crintoria
conocer a Jaka, pues este era a fin de cuentas un subordinado de ella y
prácticamente no tenía voz. Como Lusian siempre se fió de sus progenitores,
accedió a tan cruel ritual con la esperanza de poder oír al fin. Crintoria
llevó una oscura tarde a Lusian a la cueva de Druido y éste, invocando a los
poderes oscuros elaboró una poción con zumo de ciruela, pétalos de rosas y
escamas de un pez-palo. Esta poción hizo el efecto deseado, quitándole los
cuernos a Lusian y otorgándole orejas pero no sin hacerle sufrir tremendos
dolores. Sin embargo, Druido tenía otros intereses ya que elaboró un amuleto en
secreto que tenía la capacidad de atrapar y recoger los poderes de los cuernos
de Lusian, la sabiduría. Con lo cual, mediante un conjuro oculto, Druido
traspasó los poderes de los cuernos a dicho objeto que consistía en una extraña
medalla y lo guardó a buen recaudo. Al anochecer de aquel día, Lusian ya tenía
una forma diferente, tenía orejas y definitivamente podía oír y entender todo
lo que decían los que estaban a su alrededor. En un primer momento, se puso muy
contento, pues se le habrían abierto nuevas puertas y ahora entendía muchas
cosas que antes no. Empezó a hacer más amigos y eso le llevó a empezar a estar
mejor considerado lo que le llenaba de satisfacción. Sin embargo,
inexplicablemente, su relación con Taco se hizo cada vez más difícil y cuando
Lusian quería ir a jugar con sus otros amigos, encontraba que Taco no estaba a
gusto. Por lo tanto, cada vez la distancia entre ambos se iba ampliando más y
más.
Con el paso del tiempo, Lusian terminó la instrucción
correctamente lo que significó su separación definitiva de Taco ya que ambos
tenían ahora nuevas obligaciones: Taco en la montaña excavando y Lusian en la
corte. Un día, Jaka, el padre de Lusian murió en extrañas circunstancias
mientras dormía por lo que nuestro protagonista fue coronado nuevo rey bajo la
supervisión de su madre. Todo siguió igual, Lusian gobernaba y hacía caso a
todo lo que su madre le decía. Sin embargo, había algo que no le llenaba, algo
que le disgustaba y es que con sus nuevas orejas ahora escuchaba muchas cosas
que le deprimían y le desconcertaban. Pudo ver como algunos hablaban a espaldas
de otros, se criticaban, como las palabras eran usadas muchas veces para
humillar y hacer daño, cómo ahora que no estaba sordo, sentía un imposición de
unas determinadas directrices por parte de la sociedad de su reino.
Druido |
Pasaron los años, y un día el destino quiso que,
estando paseando Lusian y su madre, se tropezaran con alguien tirado en el
suelo, era Taco. Éste estaba reventado de trabajar y no podía ni levantarse. Lusian
se compadeció y le ayudó llevándoselo a su casa y curándolo pese al desacuerdo
de su madre. Crintoria, conocedora de la condición de Taco y del pasado que
había compartido con su hijo, no quería que este volviese a influir en Lusian.
Y es que, desde que este último fue coronado rey, no había vuelto a
ser el mismo, gobernaba sin ilusión y acatando las órdenes y consejos de su
madre. Por lo tanto, Lusian estaba atado, acataba la voluntad de su madre a
quien consideraba su más sincera consejera. Es por ello, que Taco era un
peligro para los propósitos de la reina madre, ya que podría llegar a abrirle
los ojos a Lusian y que este se diera cuenta de su ignorancia.
FIN
Esta es nuestra propuesta inicial del cuento que, como podéis observar, está inacabado. Esto es debido a que nuestra unidad didáctica está pensada para que nuestros alumnos tengan que acabarlo mediante la realización de una serie de actividades. Es por ello que el final es abierto para que cada lector lo imagine como quiera en base a lo que le haya sugerido la historia. El cuento creemos que trabaja una serie de valores y termina con el planteamiento de un dilema moral que cada lector podrá resolver a placer.
Esperamos que os haya gustado, ¡un saludo!
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